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Along the Bracken Line 

2014-15

 

This series of acrylic painting was inspired by the waters of Siletz Bay along the Oregon coast.  More specifically, it was inspired by the ebb and flow of salt water from the ocean and fresh river water as they ebb and flow transparently; as they mix in layers with subtle transitions in hue and intensity. Sometimes, the ever moving fringe between the waters appears as a meandering texture on the surface of the bay, known as a bracken line.  

 

The currents and layers of salt water and fresh water go one direction and yet the waves go in another, leading me to regard the visual complexity of this natural phenomenon as metaphor, as an analog of consciousness itself, of the flow of the mind with the subtlety suggested by nature itself; how states of consciousness and memory overlap and are sometimes transparent, sometimes opaque, often intersecting and sometimes entirely independent; how they overlap and co-exist, shift and merge, separate, how the mind coalesces and connects what it perceives to be immutable forms just before they again dissolve without a trace; my brush lightly touching, sometimes not touching at all as I wave it in motions above the surface.  Tentative assertions, more found than posited are yielded in transparent flux.  The mind not capturing, per se, not asserting but rather glimpsing what is held and released, like a fish, delicate and transient qualities that converge, for me, the physical and metaphysical worlds.

 

Aguas Salobres; confluencias
 

Esta serie de pinturas fueron inspiradas por las aguas de la Bahía de Siletz a lo largo de la costa de Oregon. Más específicamente, se inspiró en el flujo y reflujo del agua salada del mar y el agua dulce de los ríos que desembocan en forma rítmica ondulante, ya que sube y baja de manera transparente y mezcla en capas con sutiles diferencias en el color y densidad. A veces la franja siempre en movimiento entre las aguas aparece como un serpenteo de texturas en la superficie de la bahía, conocida como una línea salobre. 

 

A veces, las corrientes y las capas de agua salada y agua dulce van en varias direcciones, las olas van en otras.  Me conduce a considerar la complejidad visual y física de este fenómeno natural como metáfora, como un análogo de la conciencia misma, de los movimientos de la mente con la sutileza sugerida por la propia naturaleza, como los estados de la conciencia y la memoria se superponen y son a veces transparentes, a veces opacas, a veces se cruzan, a veces, aparentemente en forma independiente si no es ajeno el uno del otro; la forma en que se superponen y coexisten, cómo cambian y se fusionan, aparte, cómo la mente se une y conecta a lo que percibe como formas inmutables justo antes de que de nuevo se disuelvan sin dejar rastros; mi pincel tocando suavemente la superficie; arrastrando la pintura, sometiendo un pasaje mientras ilumina otra; algo hecho de varios naderías, ya en proceso, con lo que parecen afirmaciones como tentativas; cedido en flujo transparente. La mente no captura en si misma sino más bien que vislumbra y libera e inmediatamente su transitoria belleza, la pintura es una mera transcripción visual de lo inefable.

 

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